miércoles, 25 de junio de 2008

El problema somos nosotros..

Max tiene razón… no recuerdo la frase exacta pero la intención era más o menos esta: “las relaciones SUCK”... y sí, es verdad, apestan… apestan básicamente porque involucran a seres humanos, una especie rarísima de animales que según la sabiduría popular "piensan" pero parece que no mucho, capaces de emplear todas sus fuerzas en destruir a sus semejantes, aunque tengan que destruirse a sí mismo (vaya instinto de supervivencia no?) y responsables del shock climático que posiblemente acabe todas las formas de vida del único planeta que conocen..

Suck.. ni mas ni menos que eso… pero enseñan.. sólo que somos demasiado cabeza dura para aprender.. pero a veces, algunos de nosotros, (no muchos, unos pocos), queremos evolucionar.. sólo por eso hago un recuento de las cosas que he aprendido en esos malos trances que son las parejas:

El primer hombre de mi vida me enseñó un centenar de cosas, buena parte de ellas por las malas :S:S… con él aprendí que podía morirme de amor sin morirme, que todo, todo TODO tiene su momento, aprendí a tener miedo de ser yo misma y que sin embargo no tenia otra opción que serlo por el resto de mis días… que a veces puedes conectarte con alguien más a niveles tan puros, tan profundos, que asustan y que eso no es razón suficiente para permanecer a su lado.. aprendí a respetarme para exigir respeto y aprendí a darlo todo, sin límites, para estar en paz conmigo misma…

Después, una noche cualquiera, en un sitio cualquiera, un muchacho cualquiera me dio una valiosa lección que recuerdo a pesar de que no recuerdo su nombre ni sus ojos.. me enseñó que siempre se podía intentar de nuevo, que el pasado no era lo único que había y que en cualquier noche de cualquier sitio nace una oportunidad de divertirse otra vez.. ojala recordara como se llamaba…

Las lecciones que aprendí después me las enseñaron dos estupendos maestros a quiénes quizás nunca pueda agradecerle como es debido su participación… uno de ellos destapó para mi la ternura, me hizo reír con ganas de niña, me dejó saber cuánto orgullo sentía de ir a mi lado y con eso me enseñó a sentirme orgullosa de mi… y nos vimos obligados a aprender que no hay suficientes excusas para hacer sufrir a los demás… y al final aprendí que también mienten los buenos muchachos..

El segundo de mis maestros me hizo aprender que siempre hay alguien viendo aunque no nos demos cuenta… y que se puede demostrar todo el amor del mundo en un gesto de 3 minutos… y que la paciencia todo lo puede… depués volvió a enseñarme mas cosas pero creo que eso no está terminado aun…

Y luego vino un niño grande, que se armó de valor para quererme y me enseñó que uno no siempre encuentra lo que busca, a veces encuentra más… y tuvo la fuerza y la energía para hacerme sentir un buen partido y “un bombom”.. y me ayudó a cortar, a suturar y a sanar.. y me enseñó cuánto merecía yo que me quisieran, como merecía yo que me quisieran.. y con él tuve que aprender que la vida es tan loca que a veces, aunque te amen con todo el amor del mundo, no es suficiente..

Y si seguimos el orden cronológico aparece de nuevo mi segundo maestro… que ha tenido que lidiar con tantas enseñanzas viejas y con la persona en la que me convirtió todo eso… con él estoy aprendiendo sobre el valor, valor para preguntar, para sugerir, para negarse, valor para sentir y para decir.. con él me arriesgué de nuevo a apostarlo todo a ganador.. aunque se pierda..

1 comentario:

Maximiliano dijo...

Mafer:

La intención era algo asi como las relaciones "suck" en un momento de tristeza incontable y que, por supuesto, pesará por un tiempo imprudente.

Es el día de hoy que insisto en que prefiero estudiar las relaciones humanas antes que las matematicas.

1er Hombre: Del amor y otros demonios. Darlo sin medirse.

2do Hombre: De orgullo y excusas.

3er Hombre: De como el amor no siempre es suficiente.

¿Que tuvieron de igual y diferente ellos?

Algún día nos sentaremos a hablar de los maestros...